Llevarse bien con Venus quiere decir que quién la lleva se siente inducido a "sacar" su capacidad de seducción, a dar energía a la faceta de la personalidad más atractiva, más simpática y más sociable.
Lucir turquesas auténticas hace brotar desde dentro la gracia que uno tiene, tenga la que tenga, que siempre se tiene, sólo falta que se nos motive para exteriorizarlo. La turquesa induce a la ternura, el amor, la dulzura, el cariño y la piedad.
Es tan fuerte su poder en abril y mayo, que hasta las mentes más escépticas y los corazones más cerrados sucumben ante el poderoso influjo de esta gema maravillosa. Ese su poder consiste en colocar frente a uno a la persona adecuada para entregarse a la `pasion.